jueves, 24 de noviembre de 2011

CAP 6


Aunque no habían caminado mucho, Marina sentía el golpe del calor del mundo de los humanos, y mas que, siguiendo a las luces que le indicarían el paradero de sus amigos, se habían adentrado en una zona desértica, no había agua, o al menos no tanta como lo que ella necesitaba. Marina estaba demasiado cansada, el andar fuera del agua le costaba mucho, pero no quería separarse del chico. Se concentraba y ponía pie delante de pie y aunque le costaba, sonreía cuando Heechul la miraba. Ella le estaba soltando poco a poco el calor que el necesitaba para vivir en el mundo humano, y el estaba agradecido. Amaba a Siwon, pero la sirena se estaba ganando su más profundo respeto y admiración. 

Seguían a las luces y cuando Marina ya no pudo más, se desplomo al suelo llevándose a Heechul con él. 

- Quiero ir siempre contigo… - le dijo ella, pasando sus manos por el cabello de el

Heechul pudo sentir como la piel de la chica se estaba resecando. Sabía que pronto moriría a no ser que regresara al mar. Pero era necia, y no lo haría. La estrecho entre sus brazos. Ella lo rodeo con los suyos que temblaban y desprendían escamas resecas.

- Voy a morir… - ella le dijo al oído – te amo Heechul… hace siglos que te amo…

Heechul tomo su rostro con las manos y le dedico una hermosa sonrisa, cálida y sin malicia ni ningún sentimiento escondido. La beso, hundió su lengua en la boca de ella y Marina tembló. Había deseado eso siempre, desde que había posado sus ojos en él, y desde que su corazón latió desbocado por el demonio. 

- Quédate conmigo, sirena – Heechul la tumbo al suelo, pasando sus manos por todo el cuerpo de la chica 

Marina no quería llorar, seria perder agua preciada, pero no pudo evitarlo, pues había esperado tanto tiempo el estar tan cerca del joven, que regresar al mar seria un desperdicio. Más aun sabiendo lo que le esperaba al enfrentarse a Oriphiel.

El la iba a poseer, ella seria suya, como había soñado. En las oscuras grietas del gran cañón se fundieron en un solo ser. Ella lloraba al sentirlo moverse dentro de su agotado cuerpo, y Heechul la cubría de besos, con esos delicados pero exquisitos labios. Cada que el pasaba sus manos por la piel de ella, las escamas se iban cayendo, a lo que ella gemía, tanto de dolor como de placer. Heechul la levanto, y la aprisiono contra la fría roca, con sus movimientos y los de ella, que se iban apagando, lo suave que era estar dentro de ella, y ver como Marina se sujetaba a las rocas con las manos y como sus nudillos casi se ponían blancos. 

- ¿Por qué me amas tanto? – Heechul le dijo entre jadeos – no entiendo…

Marina apenas podía articular palabra, el momento la estaba dejando sin nada, pero no quería detenerse.

- Porque… se… que dentro de ti… aun esta el ángel… que solías ser – la chica rodeo el cuello de Heechul y lo beso… - quiero que existas para siempre, porque te amare por siempre…

Ella soltó su rostro y desprendió una incandescente luz roja, y Heechul sintió que llegaba al climax dentro del cuerpo de la sirena. Un último aliento de la sirena se escucho.

- Así siempre estaré contigo…

Un calor abrazador entro en el cuerpo del chico y ella se desvaneció en arena. Heechul vio como la arena se escurría entre sus dedos y dio gracias por ella, por su sacrificio.

Flash back-----------------------------------------------

¿Había alguien más allí?, el claro sonido de las gotas de agua lo había despertado de su sueño, o su pesadilla. Cuando abrió los ojos supo que no estaba donde debería. Apestaba, y el suelo era viscoso. No tenía ni idea de cómo había llegado allí. Trato de mover pies y manos, pero todo su cuerpo estaba entumecido. Su lengua probó el sabor a sangre y entonces recordó… un poco.

El lugar era oscuro, pero claramente distinguió una sombre junto a él. No estaba solo. Hizo un esfuerzo nuevamente en moverse. Estiro el brazo y así llego a tocar la cabeza de quien estaba con él.

- Henry? – le pregunto en voz quebrada - ¿eres tú?

La figura lentamente se movió… era el chico más tierno que había conocido, y estaba en la misma situación que él. 

- EunHyuk… - la voz del chico apenas era un susurro – ella… ella nos trajo aquí…

EunHyuk sintió como el muchacho buscaba su mano y la apretaba entre sus dedos. El entumecimiento estaba pasando… y entonces escucho esa voz…

- Par de traidores… veo que ya despertaron…

Henry trato de enfocar la mirada, pues la falta de luz no le dejaba ver más que una silueta. 

Fin flash back-------------------------------------------------

Los dos chicos estaban de pie tras el espejo. Henry golpeaba una y otra vez, en una lucha por conseguir despertar a Yesung de la trampa de Oriphiel.

EunHyuk estaba sentado, con la cara entre las manos, hacia ya un rato que no decía ni una palabra. Sabía muy bien de lo que el ángel era capaz, y no quería que DongHae muriera por su culpa.

- Ayúdame con esto – Henry lo interrumpió – tenemos que salir de aquí

- No podemos, este cristal está hecho con la fe de Oriphiel, y ella es una fanática – Hyuk se levanto – lo único que podemos hacer para romperlo, es hacerla dudar… y yo dudo más que eso se pueda hacer…

Henry miro de nuevo a Yesung, quien estaba embobado besando y tocando todo el cuerpo de “Kyu”.

- Alguien se va a morir… - Henry acaricio el cristal - ¿y para que nos quiere aquí si ya lo tiene a el?...

EunHyuk había vuelto a sumirse en sus pensamientos. No escucho las palabras de Henry, y el chico ya se había acostumbrado a sus silencios, aunque recordaba que era mucho más parlanchín y risueño, mucho más. Oriphiel estrechaba entre sus brazos a Yesung cuando unas voces muy profundas se escucharon por todo el lugar.

- ¿Qué es eso? – Yesung dejo de besar a “Kyu”

- Son los arcángeles – OriKyu le contesto – vienen a escuchar tu arrepentimiento, para que podamos regresar a casa.

- ¿tengo que… pedir perdón? – Yesung se sintió amenazado por unos segundos

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Heechul llego justoa tiempo, pues Zhou Mi habia abierto una de las puertas de plata y se disponia a llevar a Kyu al cielo. No queria ni pensar lo que le pasaria a un demonio enel cielo. Corrio lo mas rapido que pudo, estirando todo su cuerpo para alcanzar al angel antes de que entrara en la luz. Sus garras brotaron y su piel se convirtio en un color rojizo, la cual quemo las ropas del angel en cuanto lo toco.

- Deja libre al pequeño - la voz de Heechul vibro por todo el lugar, fuerte, profunda - o te voy a despedazar…

El ángel estaba sorprendido, el hermano mayor era justamente como lo recordaba. Hermoso, con esos enormes ojos, y esa boca tan exquisita, que ahora mostraba los colmillos que indicaban que estaba dispuesto a matar. Todo su cuerpo refulgía en un tono rojizo, y sintió claramente como el mayor empezaba a robarle el calor. Heechul abrió los ojos de forma amenazante,su mano sujetaba a Zhou Mi por el hombro y sus garras se empezaban a hundir en la suave carne del joven.
Así era el,despiadado por los suyos, y con el fuego del amor de la sirena embriagándole los sentidos, le arrebato a Kyu de los brazos y se abalanzo contra el.

- Scarmiglione!! - le grito Zhou Mi - no lo voy a matar!

Pero Heechul no escuchaba, de todos ellos, a el no le importaba saciarse hasta no poder mas. Delo que fuera. Zhou Mi pesadamente llevo una mano a la garganta de Heechul.

- Oriphiel se llevo a Yesung - la otra mano de Chul golpeo el hombro de Zhou Mi y este hablo escupiendo sangre - no se que planea…pero Kyu…
- Porque habría de creerte? - Heechul enterró sus garras mas profundo - todos ustedes son iguales.

Zhou Mi no quería pelear con el. Quería ayudarles, quería que hubiera paz entre todos. Apretó mas la mano sobre el otro.

- Escúchame - le dijo a Heechul - si logramos llegar con los arcángeles antes que Oriphiel, puede que quien reciba castigo sea ella, y no ustedes.

Heechul respiro hondo, y fuego le broto de la nariz y la boca. Cerro los ojos y cuando los abrió, miro a Kyu, quien yacía inconsciente en el suelo. Soltó el hombro del ángel, se incorporo y sin darle la espalda, ni apartar la mirada de el, se acerco al mas pequeño.

- No volverás a tocarlo - le apunto con un dedo -cierra esa puerta y prueba lo que dices - le dijo refiriéndose a la puerta deplata.

Zhou Mi sabia que no debia provocarlo, porque conocía el vinculo que existía entre Heechul, Siwony Hangeng, y lo que menos quería era tener al resto de los demonios encima y sin darle tiempo de hablar. Se levanto, tambaleándose por la herida que tenia en el hombro. Si que Heechul era fuerte, si alguna vez lo dudo por su frágil complexión, todo ese concepto había cambiado. Con una mano hizo desaparecer la puerta y miro al mayor.

- Esta hecho - sin quitarle la mirada de encima -puedes confiar en mi.


Sungmin junto con Siwon habían llegado a encontrar a sus amigos en una extraña situación. Llevaban un rato en silencio, pues se encontraban disfrutando de un poder y fuerzas renovadas ahora que eran mas y se encontraban juntos. Sin embargo, Hangeng no lucia nada feliz al notar la obvia ausencia de Heechul, pero no quería acercarse a Siwon a preguntarle lo ocurrido, pues veía en el rostro de su amigo, que no se la pasaba nada bien sin su amor.

De pronto algo cay ocomo gota de agua helada en la razón de Hangeng…¿amor? ¿desde cuando ellos venían experimentando eso? Miro y trato de escudriñar a todos y cada uno de los presentes. RyeoWook, quien practicamente habia enloquecido cuando descubrio queuno de sus seres mas queridos, habia muerto. Kibum, que aunque lo negara, y sonriera para evitar el tema, le gustaba mucho la compania de SungMin. Pero por sobre todos, DongHae, que habia iniciado todo el actual embrollo, por negarse a dejar a EunHyuk. 

Los ojos de Hangeng se posaron entonces en Hae.

El pequeño se encontraba sentado en una roca, alejado de todos, mirando el lugar donde el cielo se unia conel mar. Supo que moria de ganas de irse y abandonarlos, para buscarlo a el.

- Hae - lo llamo y entonces todos lo buscaron con la mirada - ven aca muchacho.

Hae suspiro, las palabras de Hangeng sonaban duras, pero dulces al mismo tiempo. Tenia los ojos rojos cuando lo miro, y se descubrio bajo la mirada de todos.

- No me vean asi - les dijo Hae poniendose de pie -no me ire solo.

Siwon extendio sus brazos, dandole cobijo a su amigo. Hae salto y se refugio en ellos. Kibum se acerco a ellos, pasandole una mano por el cabello a Hae. ShingDong, LeeTeuk, Hangeng y Kangin se unieron al abrazo, mientras SungMin, sosteniendo a Wookie, los miraba en silencio, con una debil sonrisa.

DongHae sintio elapoyo de todos sus amigos, el calor de su amistad y lloro en silencio, apoyado contra el pecho de Siwon, y rodeado detodos los demas. Extrañaba demasiado a EunHyuk, le dolia el alma, y ya no lo soportaria mucho mas tiempo. Se detuvo un momento y con mucho esfuerzo se concentro en lo que acababa de sentir.

¿le dolia el alma?... Los demonios no tienen alma, por eso no conocen el amor, ni el dolor…¿Qué pasaba con todos ellos?

Se volvio a sumir en sus emociones, olvidando por completo el descubrimiento que acababa derealizar.


FLASHBACK-------------------------------

DongHae dormia en las piernas de EunHyuk, y el angel jugaba con sus cabellos. Se mordia los labios de vez en cuando y le pellizcaba una mejilla a Hae, hasta que lo desperto.

- ¿Cómo puedes dormir cuando te pellizco tan fuerte? - Hyuk pregunto a Hae, quien se levantaba y acomodaba su rostro a pocos centimetros del angel

- Porque nada de lo que tu hagas me puede doler -dicho esto le dio un tierno beso en los labios - te amo angelito

- Yo tambien te amo demonio

Hyuk cerro los ojos y apoyo la frente en el tierno joven que tenia enfrente. DongHae llevo una mano a las piernas del angel, de forma inconsciente. Las mejillas de Hyuk se sonrojaron y su mirada se cruzo con la de Hae.

¿Qué era eso que sus cuerpos comenzaban a sentir?... Poco a poco sus cuerpos se fueron conociendo, se fundieron en un solo ser, experimentando sensaciones prohibidas para un angel… y mas alla del entendimiento de un demonio. La piel de Hyuk se sentia caliente dentro del cuerpo de Hae. Las respiraciones agitadas y las miradas nubladas por aquella pasion desconocida hasta ese momento. En esa esquina del limbo, EunHyuk probo lo que era el amor verdadero. Y el principio de sus problemas.

FINFLASH BACK------------------------------------------
CAP 5 


Yesung estaba pensando que aquello era demasiado bueno para ser real, pero aun así tomo a Kyu entre sus brazos fuertemente y lo beso. El aire estaba lleno de la dulce fragancia de las flores del Edén y eso no le permitía pensar claramente. Ese olor siempre se le metía hasta el cerebro haciéndole perder el control.

- Regresemos al cielo – le dijo Kyu apartándose del beso – pidamos perdón y quedémonos aquí.

Heechul abrió los ojos, se sorprendió rodeado de agua, y aunque se sentía demasiado bien, supo que si estaba en ese lugar, entonces no estaba cerca de Siwon. Se incorporo y la busco con la mirada. Ella debía estar allí, en algún lado.

Marina se escondía detrás de unas columnas de coral. En secreto miraba como aquel hermoso joven la buscaba, listo para largarse del lugar. Las escamas en su piel no paraban de temblar y entonces Heechul la escucho. 

- Sirena! – dijo mirando hacia el lugar de donde había escuchado el sonido.

El silencio. Marina sabia que aunque ella lo amaba locamente, el solo amaba al otro demonio. En algún momento albergo en su corazón de agua, la esperanza de poder ser ella quien ocupara el corazón del chico, pero había pasado mucho tiempo y cada vez se veía más enamorado de Siwon.

No había nadie más allí, pues ella se había encargado de correr a todas aquellas que se atrevieran a acercarse a su amor.

- Marina! – dijo nuevamente Heechul, saliendo de la burbuja de agua hirviente – se que estas por aquí…

El demonio camino haciendo morir todo pez, alga o cosa viviente que se encontrara en su camino debido al calor que su cuerpo desprendía. La cueva de coral era hermosa, pero pronto empezó a morir también. Los hermosos ojos del chico buscaban a la chica que estaba por allí.

- Sirena, me voy a ir, y si no me das la cara… - le dijo en tono amenazante

- Bien, aquí estoy…

Quimera esta abrazando a Wookie desde hacía ya unas horas, y el chico estaba más que cómodo en los brazos de la mujer.

- Como es que te escapaste de Oriphiel? – le pregunto Kangin acercándose a ellos.

- Con suerte, y un sacrificio - le contesto, dejando a un lado a 
Wookie – quiero que entiendan la importancia que Oriphiel le da a los lazos celestiales, para ella, Yesung fue el ángel que nació a su lado, y cuando todos ustedes cayeron en la desgracia, y el cayo al infierno, juro que lo regresaría a su lado, cualquiera que fuera el costo.

- Es una lunática – dijo ShingDong – no entiendo como sigue en el cielo, yo mismo la destruiría si estuviéramos todos juntos.

- La cosa es que – dijo Quimera, sosteniendo la mano de Wookie – ella planeo todo lo que ustedes están sufriendo ahora, porque ella tiene a EunHyuk y a Henry en el Edén.

DongHae sintió como las piernas se le doblaban, perdió la fuerza y cayó de rodillas al suelo. Kibum se acerco a él, pero dio un paso atrás.

- No rompas tu promesa, DongHae, porque si entras al Edén con los perros del infierno, te acribillaran… - le dijo Quimera.

Todos miraron fijamente a la mujer del rostro destrozado. Wookie la abrazo más fuerte y ella recargo su cabeza en la de él.

- EunHyuk y Henry no tenían oportunidad contra ella, no conoce los escrúpulos y como casi todos los ángeles, no conoce lo que es la conciencia – miro a Wookie – recuerda todo lo que aprendimos en el infierno tu y yo.

Cuando hubo dicho esas palabras, un estruendo resonó por todo el lugar, y se miraron unos a otros, pero el grito de Wookie los regreso de nuevo a su realidad y cuando miraron al chico, en sus brazos estaba el cuerpo destrozado de Quimera y una daga brillaba entre los restos.

- Se había muerto antes de llegar… - dijo Kangin – que fue lo que le hizo esa bruja?

- No tengo idea, pero nos ha dicho algo que no sabíamos… Oriphiel tiene un punto débil, que también es su punto fuerte… es una obsesiva
Wookie miraba sin entender lo que había pasado, y sostuvo firmemente la daga en sus manos.

- Recuerdan esta cosa? – les pregunto a todos, sosteniéndola más alto, para que todos la vieran – es la… Quimera se lo quito a?…

- Es la daga de Oriphiel? – pregunto DongHae

KyuHyun flotaba entre los brazos de Zhou Mi, mientras este buscaba un lugar donde poder esconderse. No habían cruzado palabra pues sabía que el chico estaba triste y demasiado enojado. Debajo de ellos las luces de la cuidad y sus alrededores habían desaparecido y el ángel aun no tenía idea de donde poder descansar. Zhou Mi daba gracias que Oriphiel no había mandado a todo su ejército a perseguirlos, aun así, no podía tomarse nada a la ligera y la prioridad en ese momento era encontrar a los demás demonios.

Marina estaba frente a frente a Heechul, los grandes ojos del chico la miraban y ella no decía una palabra aun. La sirena temblaba y entonces el se acerco a ella.

- Sé que gracias a ti estoy vivo aun – le dijo tocando una de sus mejillas – pero mi lugar es con mis hermanos, con Siwon, tengo que salir

- Pero el no te puede cuidar, yo si – la sirena tomo su mano – puedo darte todo el calor que necesitas, te amo – la chica lo rodeo con sus brazos – yo puedo cuidarte…

Heechul sabía que sus sentimientos eran sinceros. No iba a negar que era sexy, y ella le brindaría todo que el necesitara…

- Acompáñame, vamos arriba – le dijo a la sirena, acercándose y tocando una de sus mejillas - puedes ayudarnos… y quedarte conmigo…

Marina se quedo en silencio, en su mente el amor que sentía por el chico le estaba ganando a su sentido común, sabia que arriba ella no tenia mucha oportunidad y que probablemente moriría si los angeles los encontraban. Pero quería estar con el. Se acerco al chico, le dio la mano y suspiro, burbujas salieron de su nariz y sonrio.

- De acuerdo, voy contigo – lo sabia, no había manera de que el quisiera quedarse allí por voluntad propia, aunque eso le significara morir de frio.

Siwon no se había movido y SungMin se había quedado a su lado, las lagrimas del demonio caían y se convertían en perlas al contacto con el agua. Era su regalo para Heechul, porque eran hermosas y brillaban a la luz de la luna. Pero SungMin sabía que tenían que irse de allí, empezaba a sentir el hambre, y si llegaba a encontrar a algún humano cerca, no dudaría en comérselo todo. Por eso, haciendo uso de toda su fuerza y por que Siwon era duro como un piedra y pesado como una montaña, lo jalo lejos del mar.

- Ya deberías dejar eso – le dijo cuando puso al chico debajo de un risco – hiciste un pacto, pero estoy seguro de que Heechul no estará nada feliz de estar allá, sin ti.

Siwon apenas levanto la mirada.

Había pasado tanto junto a Heechul que simplemente la sola idea de vivir lejos de él, le carcomía el corazón. Había sido creado junto a él, había vivido con él en el cielo, y habían caído juntos también. 

- De acuerdo, no te levantes si no quieres, si puedes morir, entonces morirás de hambre – le dijo SungMin, dejándolo recargado contra las piedras – yo voy a buscar a los demás y si te vas a quedar, entonces no te vayas de este lugar, cuando los encuentre, regresaremos por ti.

SungMin echo a andar alejándose de Siwon. No quiso mirar atrás porque sabía que ver a su amigo en semejante estado le impediría irse. Así que siguió andando, parecía que para ellos, el sol no salía, y cada vez que se movían, era de noche. ¿Por qué habían decidido salir del infierno?, mas importante aun… ¿Por qué habían decidido caer del cielo?...

Escucho ruidos en la arena, se detuvo, cerró los ojos y espero unos segundos. El ruido era débil, y suspiro, se volvió y encontró a su amigo de pie a unos metros de el.

- Vamos… hay que encontrar a los demás… - dijo Siwon ladeando la cabeza, sonriendo si ganas y avanzando hacia Min.
SungMin le tomo la mano.

- No quería hacerlo, pero si no queda más remedio… - le dijo al tiempo que se hacia un corte en la muñeca 

En medio de la noche, la sangre que caía en la arena brillo de color blanco. Siwon miro a su amigo he intento detenerlo, pero SungMin tomo un puñado de arena bañada de sangre y la arrojo al viento. Esta se formo en luces y varias se juntaron en una sola dirección, pero dos se separaron y se fueron al lado contrario.

- Sabes que así nos pueden encontrar, quien quiera encontrarnos – le dijo Siwon 

- Pero al menos así nos encontraran a todos juntos, y a ver a que se atreven si el malebranche está reunido.

Los chicos caminaron entre la arena, el sonido del mar y las olas cubrieron por completo el momento en que Heechul y Marina salían del agua, viendo como dos luces solitarias se iban en una dirección.

- Ven, hay que seguirlas, son mis hermanos… - Heechul tomo la mano de Marina y la guio detrás de las luces que se habían separado de las demás.

Henry miraba sin poder creer hasta que punto Oriphiel podía ser tan cruel. EunHyuk estaba perdiendo la fuerza.

- Le voy a sacar los ojos! – grito golpeando el vidrio que los ocultaba.






Las flores del mal florecían en mi jardín, bellas y mortales. Yo las cuidaba, cortaba sus hojas y las incitaba a seguir creciendo. Hasta que cubrieron todo, y más hermosas que nunca, más puras, pues no conocían dolor, sentimiento, ni muerte.
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Kyu se sentó en silencio en la cornisa de un viejo y abandonado edificio. Zhou Mi se quedo detrás de el, incapaz de acercarse, quería consolar al demonio, pero la tristeza en su negro corazón era demasiada.

- Si el muere… - Kyu hablo en una voz apenas audible – no quedara nada para mí en toda la creación…

Zhou Mi inclino la cabeza. No había mayor dolor que perder a aquel con el que había sido creado, en su caso, Yesung. Los ángeles no podían entender ese sentimiento, al menos no en su totalidad, conocían la existencia del amor, pero les era lejano, el único amor que necesitaban conocer y sentir, era el amor por Dios. Zhou Mi derramo lágrimas en silencio. El había conocido a todos, antes de su caída al infierno. Los había escuchado cantar con los coros y volver solo su rostro a la luz divina. ¿Por qué habían decidido caer? ¿Porque habían seguido al hijo perdido hasta el final?

La voz y las palabras de aquel ángel caído, que expresaban demasiado dolor por el compañero que le había sido arrebatado, no eran propias de un demonio. Eran casi… humanas. Los grandes y hermosos ojos del ángel se abrieron de sorpresa ante ese descubrimiento. Y entonces se acerco al chico.

- Te puedo llevar hasta donde está el… si crees estar listo para enfrentarte a ella – Zhou Mi tomo el hombro de Kyu – pero debes saber… que es despiadada y no conoce el remordimiento, ni el amor que tú sientes, porque para ella, no existe.

ShingDong miraba a sus amigos hacer planes. Los veía discutir, y a Ryeowook sentado en una esquina, lejos de todos, con la daga de Oriphiel brillando en sus manos. ¿tal vez habría sido mejor quedarse en el infierno por siempre disfrutando del sufrimiento ajeno? Si se ponía a pensar…
La voz de Hangeng lo arranco de sus pensamientos.

- Ya te dije que no podemos ir nosotros solos, sin Sungmin, Siwon, Kyu o Yesung! – le grito a Kibum – no puedo quemarlos a todos sin los perros del infierno!

- Pero quedarnos aquí pensando y sin actuar es perder el tiempo!!! – Kibum mostro sus garras – estoy listo, no quiero seguir escapando por toda la eternidad.

Era muy cierto, desde que se habían separado, habían estado huyendo. Y todos estaban cansados. 

- Voy a matar a esa desgraciada… - de repente se escucho la voz de Wookie, y cuando lo miraron, tenía la daga de Oriphiel en dirección a su corazón – la voy a hacer pedazos como hizo con Quimera…

DongHae se precipito sobre su amigo, sosteniendo la mano que tenia la daga. Los demás tomaron a Ryeo de brazos y piernas, y lo tiraron al suelo.

- No seas bruto! – le grito Hangeng que le sostenía la cabeza – lo único que lograras con eso es llegar más rápido sin nosotros

- TAL VEZ ESO SEA MEJOR!!!! – grito con su voz de demonio, que retumbo por todos lados y todos comprendieron que lo perderían.

RyeoWook, tan delicado, tan suave, tan tímido… desapareció. Había pasado milenios junto a quimera y había aprendido a amarla, no como mujer, ni como demonio, si no como a una madre humana. Ella le había enseñado todas las cosas de los círculos del infierno. Ella movió todo por salir detrás de el cuando todos huyeron, y la habían perdido cuando Oriphiel los había atacado por primera vez, hacia ya muchos siglos.
El dulce chico se incorporo, haciendo a un lado a todos sus amigos, sus hermanos, como si de muñecos se trataran. 

- Wookie!!! – DongHae alzo su voz demoniaca – detente! Nos iremos todos juntos o nadie se moverá de aquí!

Cuando sus miradas se cruzaron, Hae pudo ver en los ojos de su amigo, la más pura rabia y dolor. La conocía, y ese brillo en sus ojos era el regalo de más de mil años en el infierno. Lo conocía, pues el mismo era víctima de ese dolor. Pero le ayudaría a sobre ponerse, debía hacerlo.

Con sus poderosas manos sujeto al pequeño, enterró los pies al suelo y sintió horror. Pudo ver de nuevo el ardiente fuego del infierno, con sus paredes viscosas, los interminables gritos y lamentos y la cascada sin fin de condenados. Ryeowook iba a regresar allí una vez que tuviera a Oriphiel en sus manos. Allí todos los demonios, que ella tanto despreciaba, le arrancarían unos por uno los miembros y la arrojarían de rio en rio. 

Tire la llave de mi fortaleza de soledad, ¿alguna vez seré libre?... rezo día y noche a un padre que presta oídos sordos a un hijo necio. Sin embargo es en ti en quien pienso. Solo en ti. Tu encontraste esa llave, y entonces me llevaron lejos de ti… 

- No te dejes vencer! – le grito una y otra vez – RyeoWook no debes regresar allí nunca!

La violencia que había sido su arma durante tanto tiempo aun estaba presente en su cuerpo, porque tomo a DongHae y lo azoto contra el suelo.

- Calla mi hermano! Voy a destrozar a ese ángel y a cualquier otro que se cruce en mi camino 

LeeTeuk que no había interferido cubrió el cuerpo de Wookie en un abrazo desde la espalda, hundiendo sus manos en el pecho del menor. El chico grito fuertemente y así, retorciéndose cayo inconsciente. Teuk cayó de rodillas junto a su amigo. Su piel comenzó a volverse negra, pues el odio, rencor e ira que le había quitado a Wook ahora se encontraban en el. Comenzó a dar golpes en el suelo. Una y otra vez. Una grieta se empezó a abrir, y los chicos sabían de qué se trataba, pues de allí, el apestoso hedor a podredumbre y azufre emano hasta llenar el lugar. 

- No te vayas a caer – grito Kibum y alcanzo a tomar los pies de su amigo cuando este fue envuelto en una sombra – cierra esto! – le grito a ShingDong

De la boca de LeeTeuk una sustancia viscosa y desagradable broto y del interior de la grieta se escucharon ladridos de perros. DongHae sabía que eran los suyos. Teuk les había entregado uno de los manjares más deliciosos para los perros del infierno. El dolor. La venganza.

Siwon y SungMin seguían a las esferas de luz, la velocidad a la que se movían los hacía imperceptibles para el ojo humano, pero para todos aquellos celestiales o del inframundo, eran carnada fácil.

Las luces se hicieron más y más fuertes y se detuvieron en una cañada. Los dos muchachos se detuvieron también. SungMin le señalo algo a Siwon y este alcanzo a ver como LeeTeuk era jalado hacia el infierno nuevamente.

Tomo la mano de Sungmin y dio un salto hasta ese lugar. Al tocar el suelo empujo a Kibum y a Teuk y con sus propias manos cerro la grieta.

- ¿Qué ha pasado aquí??!! – SungMin grito cuando vio a RyeoWook tumbado en el suelo - ¿esto es…

SungMin tomo en sus manos la daga que estaba en la mano del pequeño. Le acaricio el cabello y se sentó junto a él, acomodando su cabeza en sus piernas. Miro a Siwon, quien junto con Shingdong terminaba de cerrar la grieta.

Oh querida señora de la libertad!... llévate lejos mis impurezas… tómame entre tus brazos
Yesung se encontraba sentado entre las flores y Kyu estaba a su lado. No estaba muy seguro de querer regresar al cielo, pero si era lo que su amor quería, el estaba dispuesto a arrodillarse y pedir perdón. El olor de las flores era demasiado y el chico se llevo las manos a la nariz y estornudo. Por un momento, en que su cuerpo quedo libre del olor, escucho claramente la voz de Henry… y EunHyuk?... 

Miro a todos lados, pues si las palabras de Kyu eran ciertas, y hasta ese momento no había encontrado una razón para dudar de ello, los chicos debían estar cerca.

Oriphiel se dio cuenta de eso, y rápidamente rodeo al chico en un beso, hundiéndolo nuevamente en el dulce letargo. Luego miro a donde los dos chicos estaban prisioneros, y sonrio.

Yesung tomo a Kyu entre sus brazos y lo beso. Luego se separo de el, con los ojos fijos en los del muchacho.

- Te amo…

KyuHyun estaba al lado de Zhou Mi cuando sintió un dolor indescriptible en su pecho y cayo inconsciente. El angel lo sujeto y lo miro. Le estaban robado el amor que estaba destinado a el desde el principio.

- Oriphiel… eres desagradable… - dijo en voz alta, y una luz apareció, dejando ver una puerta de plata – vamos a casa… matar…

Navega lejos, mi pequeño hermano, hacia el otro lado, navega lejos muy lejos, en la noche, porque la luz se ve mejor del otro lado…